miércoles, 20 de agosto de 2025

Un cambio de actitud


Mi amigo siempre decía que mi problema para ligar era la actitud. “Tienes que ser más seguro, más atrevido”, repetía, como si fuera tan fácil. Un día, con una sonrisa que escondía algo, me dijo que tenía la solución definitiva.

No pensé que se refería a cambiar de cuerpo. Pero ahí estaba yo, enfundada en un vestido ajustado, con tacones que hacían sonar cada paso y unas curvas que no reconocía como mías… pero que él no podía dejar de mirar.

Salimos esa noche, como siempre, pero algo era distinto. Bailamos más juntos, reímos más cerca, y su mano en mi cintura ya no parecía inocente. Entre copa y copa, nuestros labios se encontraron; un beso largo, hambriento, que encendió todo. Terminamos en su departamento, sin pensar, dejándonos llevar hasta que la madrugada nos sorprendió exhaustos y revueltos entre las sábanas.

Dos días después, me confesó que había dejado a su novia. Ahora, cuando me besa, me recuerda con una sonrisa traviesa que todo empezó “solo” por mejorar mi actitud. Y yo me he vuelto más atrevida, pueden comprobarlo viendo el atuendo que usé en un festival de música. ¡Es lencería!

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