viernes, 25 de julio de 2025

Tal vez mamá tenía razón

 


—¡Oh, sí, querida! —dijo mamá mientras ajustaba la falda sobre mis caderas—. Ahora estás completamente lista para convertirte en la esposa de Román.

—¡Pero mamá…no me puedo casar con él... soy un hombre! —balbuceé, viendo mis uñas pintadas y mi pecho presionando contra mi blusa.

Ella me miró con una sonrisa serena.
—¿De verdad lo eres? ¿Usas bragas, sujetador, medias de hombre? ¿Blusas y faldas de hombre?
¿Llevas maquillaje, tacones y las piernas depiladas… como lo haría un hombre?

Me quedé en silencio.

—¿Los hombres tienen caderas suaves, pechos redondeados y esa piel tan perfecta? —siguió— ¿Los hombres pueden ser mamás?

—¿Mamá? ¿Yo…?

—Por supuesto. Después de la boda, estoy segura de que Román hará suya cada noche. Seguro que te toma con fuerza en posiciones que nunca imaginaste. Me imagino que comenzará con algo sencillo como de perrito o montandote, querida.  Y cuando llegue el momento… estaré contigo. Te enseñaré todo lo que necesitas saber para ser una buena esposa. Y una madre maravillosa.

No supe qué decir. Solo sentí un escalofrío recorrerme la espalda. Pero al verme en el espejo, vestida como una mujer delicada y perfecta, algo en mí… sonrió.

Tal vez mamá tenía razón.

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