"¡No me mires así!", me dijo un hombre desconocido. "Tú eres la que llevas bragas. Y falda. Y medias. Y maquillaje. Cuanto más avanzas, más te conviertes en mujer. ¡Qué patético! No, ya no eres un hombre. ¡Eres una mujer débil!
Y no te dejaré tener sexo con otra mujer jamás. Necesitas un hombre fuerte como yo, que te proteja y te folle. Te convertiré en mi esposa obediente."
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