Cariño, no te preocupes, nadie pensará jamás que alguna vez fuiste un hombre. Incluso cuando tenías pene eras tan afeminado, tan suave, tan débil. Y ahora, después de que tomaste una píldora rosa eres por completo una mujer, con pechos grandes, caderas anchas, incluso usas pantimedias, ¡eres una auténtica mujer! Y, por supuesto, ¡la falda y las pantimedias te sientan mejor que los pantalones!
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