"Ya tienes dieciocho años, Eduardo. Es hora de que aprendas las habilidades necesarias para ser una buena esposa".
"¡Pero yo no quiero convertirme en esposa! ¡No quiero usar esta ropa!"
"Yo tampoco quería convertirme en esposa cuando tenía tu edad, pero durante generaciones, los hombres más débiles de nuestra familia se han convertido en esposas y tú no serás diferente. Te acostumbrarás a usar vestidos, medias y tacones. Créeme, cariño, algún día te encantará ser mujer, esposa y madre. Yo sé que a mí sí me termino en cantando. Sonríe, querida".
No hay comentarios:
Publicar un comentario