Estábamos teniendo una mala racha en el negocio. El dueño nos había dicho que tendríamos que cerrar y todos perderíamos el trabajo. Sin embargo me llamó a su oficina y me dijo:
"Tal vez no tengamos que cerrar, podrías salvar el negocio y los trabajos de todos. Si tomas una píldora rosa y haces tu trabajo con ropa atrevida podrían venir más clientes. Por supuesto que tendrías que coquetear con ellos".
Decidí hacerlo y el negocio va mejor que nunca. Si coqueteo con los clientes, pero la verdad nunca llega a nada. Estoy en una relación con mi jefe, solo él puede tocar mi nuevo cuerpo y rellenarlo de amor.
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