sábado, 13 de julio de 2024

La novia de mi mejor amigo (Parte 5)



------------------------------------------------------------------------------------------
Esta es la continuación de una serie.

 ------------------------------------------------------------------------------------------


Princesas

Esto... Es humillante.

Terriblemente humillante.

Hace menos de veinticuatro horas yo era Daniel, un chico mas o menos atractivo, aficionado de las motos, con un boletín escolar decente y a menos de tres meses de entrar a la universidad...

Y ahora...

Ahora...

Después de aceptar la petición de Victoria de cuidar a Melissa, Guille decidió unilateralmente que el iría en la moto y yo iría en el 4x4 de Victoria de regreso a la casa de la madre soltera, lo cual en un primer momento yo no había aceptado pero lastimosamente, Guille tenia un buen punto, yo era incapaz de conducir la moto.

Victoria, Melissa y yo caminamos hasta el Parking subterráneo del centro comercial, justo cuando montábamos en coche recibí un mensaje de Guille, diciéndome que tenia que ir a casa antes de ir donde Victoria, que le esperase allí, con un suspiro me resigné y observé a Melissa, ya había cuidado de ella antes ¿Que tan difícil podía ser cuidar de ella solo? Además, supongo que ser una chica me brindaría mas facilidades ¿No?

...

No.

Aún no ha llegado Guille y Victoria se ha marchado de casa hace mas o menos diez minutos, y esta niña es malditamente genial haciéndome sentir mal para que la consienta en todo, como por ejemplo, que ahora ambas estemos vistiendo disfraces de princesas Disney.

En un primer momento me ha sorprendido que tuviesen uno que me valiese, supongo que debe pertenecer a la canguro usual de Melissa, aún así, no puedo evitar mirarme y verme ridículo, disfrazado con el vestido azul de cenicienta.

-¡Dani!¡Dani!- Melissa me ataca por detrás abrazándome con fuerza, ella lleva un disfraz que imita a la perfección el vestido de Tiana de la película "La Princesa y sapo" incluso, con dificultad y a petición de la pequeña he tratado de peinarla lo mas parecida a la princesa Disney, esta de mas decir que el resultado no ha sido muy fidedigno.

-¡Es hora de tomar el té con Lady Catty-

-¿La... Lady Catty?-

Melissa me arrastra hasta el Salón, que esta conectado a la entrada de la casa por dos amplias puertas blancas que siempre permanecen abiertas, el piso de Victoria es bastante espacioso, denotando que es Vicedirectora de su oficina, además de temer un buen gusto en decoración, simple y efectiva, resaltando blancos y grises en los muebles, exceptuando por la pequeña mesa celeste con tres pequeñas sillas y un juego de té de plástico.

-¿Esta es... Lady Catty?-

Un enorme peluche casi de mi tamaño esta tirado en el suelo ya que ni en mil años cabria en las diminutas sillas de plástico, el enorme peluche de cierta forma me recuerda a Karin, de Dragon Ball, pero con un pelaje gris y una cara un tanto perturbadora.

-Mama lo ganó para mí el año pasado en la Feria de la ciudad- dice la niña con una sonrisa sincera-¿A que es guapa?

-Mucho... Mucho...-

Asiento y observo a Lady Catty de reojo, veo como su rostro parece mirarme y siento un escalofrio.

-Iré a preparar el té- dice Melissa tomando su tetera y corriendo mientras ríe hacia el baño.

Suspiro y me levanto una vez ha salido del salón y me miro en el pequeño espejo que hay sobre uno de los muebles, hago una mueca y suspiro, aún que el vestido no me queda realmente mal se nota que no ha sido hecho para mí, dado que mi pecho no lo llena suficiente, y por extraño que parezca, eso me molesta.

Me rasco detrás de la nuca y me pregunto si vendrá finalmente Guille, ahora que estoy vestido así no quiero que venga, la verdad, cuando recuperé mi aspecto normal no dejará de recordármelo.

Unos minutos después, llega Melissa con su tetera llena de agua del grifo y se sienta risueña, sonrió levemente, quizás no sea tan malo jugar a las princesas, solo por esta vez, claro.

-Yo serviré el té- dice Melissa comenzando a echar el agua en una de las tacitas-¿Cuantos azucarillos quiere Lady Catty?¿Tres? Esta bien.

Melissa le sirve los tres azucarillos a Lady Catty.

-¿Y tu Princesa Dani?¿Cuantos quieres?-

¿Princesa... Dani?

Gracias a Dios que Guille no esta aquí o me lo recordaría hasta el día de mi muerte.

-Uno esta bien- digo totalmente avergonzado.

Melissa sonríe.

-Un azucarillo para la princesa Dani-

Melissa deja caer el azucarillo y el agua salpica ligeramente, observo a Melissa y la sonrisa que se dibuja en su rostro, puede que para mí esto sea vergonzoso, pero mientras ella se divierta esta bién.

-¿Y tu cuantos azucarillos quieres princesa Melissa?- pregunto siguiendole el juego a la niña.

-A mi me gusta el té solo-

-¿Ah?¿Si?-

-Sipi, soy toda una adulta-

No puedo evitar reír ante sus palabras y asiento.

-Ya lo veo-

El rostro de Melissa se ilumina.

-¿Verdad?-

-Aún que aún te queda para ser una adulta como tu madre-

-¿Y tú?- me pregunta inocentemente.

-¿Yo?-

-Si ¿Cuando vas a ser una adulta?-

No me gusta por donde va esto.

-Yo ya lo soy...-

-Pero mamá y mi profesora son mas mayores- dice señalando mi pecho.

Me quedo unos segundo en silencio.

-¿Eh?-

-¿Eh?-

-Bu... bueno, las personas crecen a ritmos distintos...- Realmente no quiero admitirlo, pero me ha dolido su comentario mas de lo que me gustaría.

-¡Entonces espero crecer rápido como mama!-

Suspiro suavemente y fuerzo una sonrisa.

-En la vida no solo es importante el tama... Digo... el crecimiento-

Noto mi rostro ardiendo por la vergüenza a la vez que me siento como un hipócrita, ya que como hombre siempre me habían gustado los pechos mas bien grandes.

De pronto un fuerte ruido proveniente de la puerta detiene la bochornosa charla.

-Oh- dice Melissa- Debe ser Guille, dile que la puerta se atasca.

Asiento, levantándome y caminando hacia la puerta, cuando trato de desbloquearla, la puerta se abre golpeándome y tirándome al suelo.

Puedo ver a Guille al otro lado observándome sorprendido.

-Dani...-

-¿¡Eres idiota!?¿¡Que habría pasado si le hubieses dado a la niña!?

-Dani-

-¡De verdad que eres un maldito irresponsable!-

-Dani-

-¡Nunca piensas en lo que haces!-

-¡Dani!-

-¡¿Que?!-

-La... La falda del vestido...-

Observo lo que dice cuando me doy cuenta que al caer la falda del vestido se había plegado sobre si misma, mostrando al desnudo desde mi cintura para abajo, mostrando mis bragas celestes.

-¡No mires idiota!-


----------------------------------------------

Continua en: link

No hay comentarios:

Publicar un comentario