sábado, 10 de agosto de 2024

La novia de mi mejor amigo (Parte 10)

 



Paseo en moto

La finca sigue igual que cuando la dejamos y yo me siento un poco más tranquila.

De repente me asalta otro recuerdo, en él estoy hablando con una amiga, es una chica de mi salón con quién nunca he hablado como hombre y no estoy segura de haber podido recordar su nombre en mi realidad. 

- ¿Cómo sigues amiga? - me pregunta Mayte por educación, pero por la manera de preguntar es evidente que sabe como estoy.

- Muy loca, por mis hormonas, te juro que podría matar a alguien - contesto sin una pizca de humor en mi comentario.

En ese momento llega Guille con unos caramelos. Me ofrece algunos, y también le regala unos pocos a May. 

-En la mañana me pareció que andabas en tus días, son tus favoritos, siempre te ponen de buenas - dice con una sonrisa de oreja a oreja.

-No son los caramelos los que me ponen de buenas, tonto - le digo y acto seguido le doy un beso en los labios.

-Lo sé, son mis encantos - contesta en medio del beso.

Le doy una mordida juguetona y nos fundimos en un beso aún más profundo. Parece que Guille siempre consigue ponerme de buenas, no importa si estoy triste o enojada.

...

Sólo me fui unos segundos esta vez. Primero el cambio de género y ahora esto ¿Que mas cosas me podían pasar?

Cuando llegamos mi padre ya ha desplegado la larga mesa de plástico y todo esta en su sitio, brochetas de cerdo, verduras a la plancha, torreznos, choricillos, morcilla y mas tipos de comida están ahí esperándonos, Guille y yo nos sentamos junto a su prima y su novio, y aún que puedo ver como Guille y Alfonsse se lanzan miradas furibundas.

"-Es el típico chico que odio- había dicho mi amigo unos minutos atrás- Trata a las mujeres como si fueran de su propiedad y se creé muy hombre por ello

-Vaya, Guille, no te tenia por alguien feminista-

-Ni yo a ti por una mujer y míranos

Guille se había ganado un puñetazo por eso ultimo

-¿Que quieres comer princesita?-

Tardo unos segundos en darme cuenta de que mi padre se estaba refiriendo a mí.

-Yo... Em... Brochetas esta bien-

Mi padre deja en mi plato dos largos palos, clavados en ellos hay siete jugosos pedazos de carne, intercalados entre pimientos verdes.

Una vez todos tenemos comida en nuestro plato, procedemos a comer, mi padre y la madre de Guille hablan sobre el partido de críquet de hace dos días, deporte que jamás entenderé, mientras el resto de adultos hablan de temas tan banales y típicos como el clima, la economía y la política.

Terminamos de comer una hora después y nos levantamos de la mesa.

-Oye Dani ¿Te gustaría ver la moto de Alfonsse?-

Mia se acerca a mí, tomándome del brazo y dejando a los chicos antes de que pudiesen decir nada, en cualquier otro momento, me habría gustado estar a solas con esta chica, pero ahora solo era una "amiga"

En la entrada de la finca, junto a los coches, al verla, me quedé paralizada, puede que mi cuerpo no recordara como era montar en moto, pero definitivamente mi mente si recordaba todas y cada una de las imágenes de las cientos de revistas que había leído, era una BMW NineT Racer, definitivamente adoraba esa moto, tenia una presencia estéticamente soberbia y muy agresiva, su pintura era brillante y la moto estaba perfectamente cuidada.

-¿Te gusta?-

Detrás nuestro, habían aparecido Guille y Alfonsse, el novio de Mia sonreía con soberbia, en comparación, mi moto (aún que ahora era de Guille) solo era un trozo de plástico con dos ruedas y un motor de segunda.

-Es... bonita...- Me limite a decir, aún que realmente se me caia la baba con semejante monstruo frente a mí.

-¿Quieres dar una vuelta?-

-¿Eh?¿Yo?-

Nada me haría mas feliz en aquel momento, pero para mi desgracia, cuando me montaba, mi cuerpo y mi mente se quedaban paralizados, como si no supiese que hacer.

-No sé montar...-

-Ah, no pasa nada, puedes montar conmigo-

Realmente la idea de ir abrazada de un chulito como Alfonsse no era mi definición de diversión, pero si así podía montar en una moto como esa, pasaría el mal trago. 

Miré a Guille que no parecía nada contento con la idea, me disculpé en silencio y el suspiro resignado, él sabia tan bien como yo que no podía desperdiciar una ocasión así.

Alfonsse se subió a la moto y yo me subí justo detrás de él, nos colocamos los cascos y me senté lo mas cómodamente posible que pude para no estar muy pegada a Alfonsse y este retiró la pata de cabra de un golpe de talón mientras la moto rugía con su poderoso tubo de escape trucado.

La moto comenzó a moverse ganando rápidamente velocidad, era como un pura sangre desbocado, el corazón me iba a mil, mientras Alfonsse tomaba las curvas, aún que no tardé mucho en darme cuenta de que estaba sobrepasando exageradamente el limite de velocidad, apreté los dientes.

-Vamos demasiado rápido...-

-Si tienes miedo puedes agarrarte a mí-

Contuve el impuso de tirar la moto en el acto, principalmente porque yo también iba en ella y no sabia lo que este cuerpo podía aguantar. Alfonsse era ese tipo de chico, el típico chulo que va a toda velocidad para que las chicas se paguen a el, al ver que yo no reaccionaba subió la velocidad, cosa que hizo que todos mis instintos se pusiesen alerta, las curvas eran excesivamente cerradas, curvas que ni un motorista profesional tomaría a semejante velocidad.

-¡Para la moto!- 

-No seas así, yo controlo tranqui...-

Una piedra se cruzó en nuestro camino y la moto dió un traspié, dirigiéndose directamente contra un pequeño terraplén que daba al bosque, la moto chocó frontalmente contra el guarda raíles, desde ahí todo se vuelve borroso, recuerdo estar en el aire, como su todo se hubiese vuelto a cámara lenta, a Alfonsse a pocos metros de mí, con tanto miedo en el rostro que ni si quiera podía gritar, en menos de un segundo estaríamos en el suelo... muertos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario