viernes, 16 de agosto de 2024

La novia de mi mejor amigo (Parte 11)

 


El Hospital.

Me dolía el cuerpo. Mucho.

Realmente no te paras a pensar en lo frágil que es el cuerpo de una chica hasta que lo golpeas contra el suelo. Desperté en una sala de hospital, con mi madre a mi lado, tomándome de la mano la cual estaba repleta de cables, era de día, o al menos eso podía intuir por las escasas rallas de luz solar que entraban por mi ventana a medio abrir. Se notaba que mi madre estuvo llorando mucho quería decirle que ya estaba aquí. Pero el dolor y el cansancio no me dejaron hacer nada. Volví a caer dormida...

Era más tarde ¿pero acaso era el mismo día? Guille estaba conmigo, no pude abrir los ojos pero lo reconocí por la loción. Como siempre, ese aroma me daba un poco de paz. Estaba hablando conmigo, algunas cosas no lograba entenderlas. Pero repetía mucho una frase así que la entendí: "no me dejes solo Dani"

...

¿Cuántos días llevo aquí? Ahora podía escuchar a May y Annie, intentaban sonar animadas pero se notaba que les costaba. Recordé que éramos como las tres mosqueteras. Recordé momentos de las tres hablando de chicos, de maquillaje, de las películas de chicas que nos encantaban. Al parecer habíamos visto juntas Chicas Pesadas (Mean Girls) al menos 10 veces. Si pudiera volver a estar bien me encantaría tener una piyamada con ellas. Sé que en teoría he tenido muchas, pero no era yo. Era la otra Dani. En mis recuerdos parece tan divertido que me gustaría estar ahí.

...

Es de día otra vez. Hay un doctor hablando con mis papás.

-Conserven la calma señores, Dani está estable. -les dice en tono tranquilo, siento alivio al saber que estoy bien-Y después de varios días ya pasó lo más peligroso. Está en una especie de coma intermitente, pero no hay razón para que no despierte en cualquier momento. Hablen con ella. Es probable que nos esté escuchando, si recupera sus deseos de vivir y se sobrepone al shock volverá con nosotros antes.

Mamá llora con una especie de tristeza y alegría mezcladas. 

Los siguientes días estuve más consciente. Aunque aún no podía moverme. Mi mamá se despegaba muy poco de mí. Papá venía todas las noches. Guille todas las tardes. May y Annie vinieron al menos tres veces.

...

-Dani, hace dos semanas que dijeron que podías despertar en cualquier momento -Era Guille- Ojalá despertaras ahora. Te extraño. Se oía tristeza en su voz. - Casi nunca puedo estar a solas contigo, tu mamá no te deja casi nunca. Ahora salió a comer.

Soltó una risita nerviosa, podría jurar que se sonrojo.

-En estos días recordé unas cosas de esta realidad, verás estábamos los dos un poco lejos de aquí, camino hacia el centro. Íbamos bastante nerviosos, llevábamos ropa deportiva e íbamos en subte. Paramos en una estación y caminamos unos minutos.

...

De repente dejo de escuchar a Guille y recuerdo lo que está narrando. Estoy ahí, saliendo del subte vestida con un pants gris y una playera azul pálida. Guille lleva una pants negro y una playera gris. Siento mucho nerviosismo y excitación. No puedo creer lo que estamos a punto de hacer.

-Si no estás convencida podemos ir a otro lugar. -me dice con honestidad

-No, si quiero hacerlo. -le digo sonrojada.

- Pues ya llegamos. -me dice señalando un Hotel de paso con la mirada, es grande y parece caro, supongo que tuvo que trabajar algunas semanas para poder pagarlo, me siento agradecida por eso.

Pasamos al lugar y veo que Guille pide una habitación, siento la sangre agolparse en mi cabeza. Sé que estoy rojísima y muy nerviosa. No logro escuchar nada, solo siento vergüenza. Guille tiene que jalarme de la mano porque apenas me estoy enterando de lo que pasa. Tomamos un ascensor y subimos 3 pisos. Ahora que estamos solos, siento que se me pasa la vergüenza y vuelve la excitación. Respiro agitada, no puedo creer lo que está a punto de pasar.

-¿Trajiste los condones?- le pregunto mientras pienso que ser mamá no es una opción para mí a los 16 años.

-Si, y pagué el hotel. -me reprocha con simpatía- ¿Qué se supone que trajiste tú?

-Espera y verás, haré que valga la pena -le digo mientras le guiño un ojo con coquetería.

Entramos al hotel y nos recostamos en la cama mientras nos besamos. Se quita la sudadera y la playera. Pero cuando quiere quitarme mi ropa lo interrumpo.

-Espera, tengo que ir al baño. -le digo y tomo rápidamente mi mochila.

Cuando salgo del baño traigo puesto un traje de conejita, en lencería pegada. Aunque me muero de la vergüenza por estar con tan poca ropa encima. Intento ser coqueta y le digo:

- Te dije que valdría la pena.

Guille me tomó con tanta fuerza y pasión que me sentí pequeña, tomada e invadida pero también segura y feliz. Creo que no hubo lugar de mi cuerpo que no fuera tocado por Guille, pero sin duda mis nalgas fueron el punto que me tocó más veces. Sentir a Guille dentro de mi, fue un éxtasis total una sensación indescriptible. Amor correspondido.

Después de hacerlo me sentí tan cansada que tuve que dormir un rato, recuerdo estar segura en los brazos de Guille y perder poco a poco el conocimiento mientras cedía al cansancio... 

... cansancio que me regresa al presente. 

Puedo sentir una enorme alegría por lo que había sucedido en el pasado. Sigo sintiendo esa alegría en el presente, con Guille recostado frente a mi cama de hospital. Creo que estoy enamorada de él. No importa si hace uno meses yo era un hombre y un meteorito me convirtió en mujer. Sé que estoy enamorada de él. Sin embargo no puedo seguir contemplando ese pensamiento porque Guille vuelve a hablar.

-Sé que es incorrecto, porque eres mi mejor amigo. Y hace pocos meses eras hombre. Pero estoy enamorado de ti. De la Dani de esta realidad pero también de ti, del Dani mi mejor amigo que ahora es una chica. Me gusta tu sarcasmo, tu sonrisa, todo lo que tenemos en común... Es difícil de explicar y sé que por dentro eres aún un hombre por dentro y nunca me verías de esa manera. Pero te amo. Solo quiero que estés bien. Cuando despiertes buscaremos ese fragmento de meteorito o cualquier otra forma de regresarte a la normalidad. Sé que eso es lo que quieres y yo solo quiero que estés bien. Porque te amo Dani.

Él también está enamorado de mi. Con ese pensamiento me quedo dormida, ahora en el presente.

...

Es de noche, pero a diferencia de todas las otras noches mi mamá no está conmigo. Pero si hay alguien en la habitación conmigo, es una mujer muy delgada. Viste de traje sastre de dos piezas, falda y saco. Tiene lentes oscuros aunque es de noche. No logro ver mucho más, está sentada a mi lado y no puedo moverme. 

-¿Quién ...eres tú?- logro articular, me sorprende poder hablar después de tanto tiempo.

-Temía que no pudiéramos hablar, costó mucho hacer que tu mamá te dejara sola. Me preocupaba que no despertaras mientras yo estaba aquí.

-¿Quién eres? -digo por segunda vez.

-Puedes llamarme Lianna o Lía. Vengo a darte respuestas.


                           


No hay comentarios:

Publicar un comentario