Desde que mi papá nos dejó me había convertido en un chico rebelde. Cada vez me metía en más problemas. Mi mamá sabía que si seguía por ese camino me metería en muchos problemas, además francamente ya no la escuchaba cuando me llamaba la atención. Mi tía la convenció de darme una pastilla rosa para corregir mi comportamiento.
"Sí, querida, vas a aprender a ser femenina, sumisa y recatada. Vamos a quitarte todos esos pensamientos y acciones masculinas, ¿no es así, cariño?" me dijo mi mamá con una sonrisa.
"Las píldora rosa ya te convirtió en una jovencita. Pronto serás una mujer plena. Será mejor que olvides tus ideas de convertirte en hombre. Ya eres biológicamente una niña y te convertirás en una mujer." continuó, mientras la miraba atónito.
De ahora en adelante vivirás a tiempo completo como mujer, te volveré una persona de bien. No logré hacerte un hombre de bien así que te haré una mujer de bien. Sí tengo suerte, "querida", haré de ti una buena esposa...
... siempre usarás vestidos y faldas. Serás una mujer recatada, toda una dama y muy virtuosa. Serás remilgada y correcta. Sí, princesa, vas a olvidar cómo era usar pantalones o incluso cómo era ser un hombre. Espero que entiendas que ya no eres más Iván, desde hoy serás Ivonne. Espero que con el tiempo te lleguen a gustar los hombres, serás la hija perfecta.
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