lunes, 9 de septiembre de 2024

La novia de mi mejor amigo (parte 15 FINAL)

 



La conversación.

Estoy a solas con Guille. Llevo un short diminuto de mezclilla y un top negro. También traía una sudadera pero la deje en un perchero. El maquillaje que traigo hoy es un poco más cargado que el que suelo usar. Labios en rojo y sombras azules, fue difícil no lucir vulgar con esta combinación pero lo logré.

-Me sigue pareciendo raro verte vestido así. - me dice Guille.

-Vestida- lo corrijo.

-Vestida así.

- También es raro estar vestida así, créeme. ¿Me veo mal? -le digo con coquetería, sé que mi maquillaje y mi ropa me hacen lucir muy sensual.

-No quise decir eso -me dice sonrojándose.

Lo beso con pasión. El me toma de la cintura mientras me corresponde el beso.

-Eso también es raro. -dice Guille.
-Pero se siente bien -agrego con una sonrisa.
-Si. Se siente muy bien.

Nos damos otra ronda de besos.

-Eso quiere decir ¿qué somos novios? -Pregunta Guille
-No, creo que debes pedírmelo de forma romántica.
-Pero ya lo hice. -me reclama.
-No cuenta, si lo recuerdo, pero no éramos nosotros.

Reímos un poco pero de pronto Guille se pone serio.

-¿Estás seguro de esto?
-Segura -lo vuelvo a corregir
-Mientras estuviste en coma pude hablar con mi tío. Creemos que sabemos dónde cayó otro meteorito. Tal vez podamos regresarte a la normalidad.

Contemplo la posibilidad un segundo. Pero recuerdo las palabras de Lía: "...eres una jovencita afortunada con mucho que perder. Sospecho que no darás problemas."

Me aterra la posibilidad de poner en peligro a Guille o a mi familia por buscar un meteorito. De repente pienso en algo que podría ser más peligroso en el corto plazo.

-¿Qué le contaste a tu tío?

-No mucho, en realidad, no iba a hablar de ti sin tu permiso.

-Le dije que fui a explorar ese día que encontré el meteorito y que me dio como una resaca. Y que al día siguiente ya no estaba. Nada más.

-Te prohíbo volver a mencionar el tema con él o con nadie - le digo de forma brusca.

-¿Qué?

Le tomo sus manos entre las mías. Es evidente que mis manos ahora son mucho más pequeñas.

-Guille, no quiero que nos arriesguemos otra vez. Casi pierdo la vida en la moto. Me di cuenta de lo afortunada que soy por estar viva. No quiero arriesgar mi vida por un estúpido meteorito que ni siquiera sabemos como funciona y que quizá no podamos encontrar.

Guille se queda en silencio, creo entender lo que tiene.

-Guille, agradezco que te tomaras tantas molestias por mi. Creo que por eso me gustas tanto. Pero ya acepte vivir así. Si, extrañaré mi pene pero creo que me consolaré con el tuyo - digo mientras intento sonar graciosa. Él no se ríe.

-Somos como el meme "antes era mi amigo, ahora es mi novia". -dice él, ahora si reímos los dos.

-Estamos en un hotel -le digo- deja de fingir que no sabes que hacemos aquí, hay muchas cosas que recuerdo pero que nunca he vivido. Y quiero vivir esas experiencias. ¿Trajiste los condones?

-Si. También pague el hotel. ¿Qué trajiste tú?

Me levanto, le doy la espalda y me doy una palmada en las nalgas.

-¿Te parece poco?

-No, siempre supe que te gustaba el pene. -Me dice sonriendo y se pega a mi. Puedo sentir su erección.

Me toca las nalgas sobre el short. Y nos fundimos en otro beso. Solo diré que desde ese día soy suya completamente.

Durante los años siguientes pude vivir todas esas cosas que solo recordaba, las piyamadas, las salidas madre-hija, las hormonas, la menstruación. Ahora soy una mujer de verdad y soy muy feliz. Espero casarme con Guille algún día.



No hay comentarios:

Publicar un comentario